Desde hace unos días había estado platicando con alguien que se sorprendía un poco porque en estos momentos no tengo novio, y me decía: “seguro eres muy exigente”, mi respuesta inmediata fue: “supongo que si”. Ayer retomamos el tema y me dejó pensando un poco, de pronto recordé que hace poco más de un año, justo cuando terminaba una de mis relaciones más importantes, escribí en mi diario lo siguiente:
Quiero compartir. Compartir con un hombre que me haga sentir protegida y segura, que entre los dos podamos llevar nuestras responsabilidades PERO SIEMPRE a la par.
Un hombre al cual yo admire por quien es, y él nunca deje de reconocer mis logros.
Quiero guiar pero también ser guiada, estar con un hombre que no le tenga miedo a la vida, que sepa, como yo, que la felicidad se vive momento a momento. Quiero estar con alguien que me ame, pero sobre todo, que se ame a sí mismo.
Y eso es todo. ¿Soy exigente? o más bien ¿demasiado soñadora?